miércoles, febrero 22, 2006

Comentario ubetense (IV): afterthought

Comentario al post de Patxi USA & UE ¡Pegatinas en los coches!

¿Otra vez una crapword?

Hoy estoy siendo un poco perezosa, así que me limito a citar un foro en el que tratan la cuestión ampliamente: traducción de afterthought

Hay un caso en el que una opción sería de penalty, a ver si lo encontráis...

Auténtico comentario ubetense

¡Hoy tengo una noticia buenísima!

El muchacho ubetense que hubiera preferido Úbeda lingüística como nombre de esta bitácora nos regala una magnífica explicación de los orígenes de la expresión: Los "cerros" de Úbeda

Que la disfruten.

martes, febrero 21, 2006

Crapwords y viajes lingüísticos

Hace unos días descubrí las crapwords. Bueno, ya las conocía, pero no sabía que tenían nombre. Son esas palabrejas que, cuando aparecen en una traducción, te amargan la vida. Como state of the art.

En la Associació de Traductors Digitals han creado una Wiki con algunas de esas palabras jodidas. Hay dos listas: las crapwords del catalán cuando traduces al inglés, y los motsfotuts del inglés para la traducción al catalán. (Aunque no seáis catalanohablantes, vale la pena que le echéis un vistazo: podréis entender la mayor parte de las palabras y a veces han introducido también el equivalente castellano.)

Por desgracia, la primera lista está mucho más desarrollada que la segunda. En realidad, sólo hay un motfotut: crapword... ¿Voz opaca? ¿Voz parda? ¿Voz jodida?

Me hubiera gustado encontrarme también la lista inglesa, pero la verdad es que conozco de sobras las voces jodidas del inglés. Lo que no sabía es que puede resultar difícil traducir al inglés conferencia, matizar, dialogante, problemática, sensibilización, solidarizarse... Y esto tiene mucho que ver con los interesantes comentarios que hicieron ayer Diana y Conde.

En este tema, creo que el problema principal es la direccionalidad. Siempre nos planteamos cómo decir en nuestra lengua aquella palabra inglesa (o de cualquier otra lengua que no sea la materna) tan original, tan precisa, tan curiosa o tan expresiva. Pero no solemos hacer lo mismo a la inversa...

Yo me di cuenta de eso cuando durante un tiempo parte de mi trabajo fue revisar traducciones del castellano o el catalán al inglés o el francés. Poco a poco fui tomando conciencia de que había cosas del castellano o el catalán que eran difíciles de expresar en otras lenguas... ¡Yo pensaba que eso sólo pasaba cuando traducía de esas lenguas a las mías!

Pues no. Pasa lo mismo en todas las direcciones. Diana, si contrastaras lo que te pasa en tus clases con una profesora de inglés para extranjeros, seguramente verías que a ella le pasa lo mismo con palabras o expresiones del castellano.

Obviamente, pasa lo mismo en cualquier dirección, pero es posible que sea en aspectos distintos... Hasta el momento, nos hemos centrado en el léxico y, como se suele decir, el inglés es muy rico en vocabulario, como ya apuntaba Conde en su comentario. Es cierto, lo es, pero es que la cuestión es que es bastante pobre en sintaxis y morfología... Si no tuviera tantas palabras, difícil lo tendrían para expresar ciertas cosas. (Estoy exagerando, pero es para que se me entienda.)

Por ejemplo, cuando hablo en inglés siempre echo de menos el subjuntivo. No es que no se pueda expresar lo mismo, es que se hace de otra manera: por ejemplo, con los auxiliares modales (can, could, will, would, shall, should, may, might, ought). Yo estoy acostumbrada a la mía (la latina) y, por eso, cambiar de mentalidad y hacerlo a la manera de la otra lengua resulta tan difícil.

Pondré un ejemplo práctico muy divertido: los verbos de movimiento en castellano y en inglés. (Lo saco de un libro de Introducción a la lingüística cognitiva.)

Si tradujéramos literalmente la frase John flew across the Channel, la oración resultante sería poco aceptable y un tanto incomprensible: *John voló a través del canal de la Mancha. Lo normal sería decir John cruzó el canal de la Mancha en avión.

¿Qué diferencias sintacticosemánticas hay entre la frase inglesa y la castellana?

En inglés, el movimiento y la manera se expresan con el verbo: flew. El trayecto, en cambio, se expresa con la partícula across.

En castellano, el movimiento y el trayecto se expresan con el verbo principal: cruzó. Y la manera se expresa en el sintagma preposicional: en avión.

Lo voy a esquematizar porque la cosa es complicada:

John

flew

movimiento
manera

across

trayecto

the Channel.



John

cruzó

movimiento
trayecto

el Canal

en avión.

manera


Esta frase es sólo un ejemplo. Se ha comprobado que esto pasa con un gran número de verbos de movimiento. El inglés (y el alemán) tienden a expresar la idea de trayecto a partir de partículas; en cambio, el castellano (y las lenguas latinas en general) la incorporan al significado del verbo, de modo que éste expresa a la vez movimiento y trayecto. Una distribución paralela se puede observar en cuanto a la expresión de la manera: ésta se encuentra incorporada al verbo en inglés (y en alemán), mientras que en las lenguas románicas se manifiesta bajo la forma de un sintagma preposicional (en avión, por ejemplo) o adverbial.

Os pongo otro ejemplo:

The boy rode out of the yard
El chico
salió del patio a caballo

En este ejemplo vemos que, si queremos expresar movimiento y manera, en inglés nos basta con el verbo (ride); en castellano hay que añadir un complemento que concrete la manera (a caballo), sumándose a un verbo que, a su vez, incluye el trayecto (salir) y que se combina con una preposición de significado relativamente genérico (de). El trayecto en inglés se expresa con una preposición (out of). Es algo similar a lo que pasa con ir a pie/walk o ir en coche/drive.

Para terminar, una lista de comparación de verbos de movimiento:

entrar - go in
salir - go out
subir - go up
bajar - go down
cruzar - go over

Diana, ¿ves? Con el verbo to go pueden hacer lo mismo que hacemos nosotros con el verbo hacer... Por no hablar del verbo to get... :P

Hay que decir que el inglés también tiene sinónimos de carácter sintético para cada una de esas formas: enter, exit, ascend, descend y cross o traverse, respectivamente. Pero esos sinónimos suelen ir asociados a registros más cultos y son resultado de la enorme influencia que tuvieron las formas de origen latino en el léxico inglés (al parecer, a diferencia de lo que sucede en alemán).

En realidad, la riqueza del léxico en inglés también tiene mucho que ver con la conquista normanda de Inglaterra en el año 1066 y el Imperio Británico...

Otro fenómeno lingüístico parecido es el de la flexibilidad en el orden sintáctico. Las lenguas latinas son muy flexibles y, en cambio, el inglés es muy rígido en ese aspecto. La cuestión es que lo que se expresa con el cambio de orden de los elementos de la oración en las lenguas romances, en inglés se expresa con la entonación. Pero eso ya lo dejo para otro día.

Mi moraleja de hoy es que a veces no es tanto una cuestión de precisión o expresividad como de maneras distintas de expresar las cosas: las lenguas miran el mundo de modos distintos y para hablar lenguas diferentes debemos tener también la disposición de cambiar nuestra manera de mirar el mundo.

Por eso, me hice traductora: porque traducir es una manera barata de viajar ;)

martes, febrero 14, 2006

Las palabras exactas

Conde, amable colaborador espontáneo de CPL, me ha enviado este artículo, sin duda merecedor de un post propio en esta bitácora:

Hace tiempo oí en la radio —no recuerdo la emisora— una sección de un programa sobre palabras, desconocidas para la mayoría, que designan cosas de nuestro entorno habitual. Así, cuando vamos por la calle, saltando deposiciones caninas, podríamos hacernos un esguince de tobillo si el hoyo que rodea a un árbol para retener el agua no tuviera una rejilla al nivel del suelo. ¿Han observado cuántas palabras he tenido que utilizar? «Hoyo que rodea a un árbol (o planta) para retener el agua.» ¿No sería más preciso usar la bella palabra árabe alcorque? Los árabes supieron aprovechar el agua de esta tierra con regadíos y canalizaciones, y de ahí que tengamos en español términos como alcorque, alberca, aljibe o alcantarilla.

Pero me estoy yendo por los cerros de Úbeda, ¿verdad, Agnès? Sigamos con nuestro paseo y quizá tropecemos de nuevo con unos de esos «obstáculos que impiden a los coches subirse a la acera o acceder a una calle peatonal». ¿Qué tal decir simplemente bolardos? Y si estuviera lloviendo sería indispensable que el agua tuviera salida por esas «bocas abiertas en la calzada» o bien imbornales (popularmente conocidas como tragonas). Como el tiempo se está poniendo feo, mejor volvamos a casa y cojamos un libro de una «tabla horizontal sujeta a un muro o armario donde tenemos libros u otros objetos»; es decir, cogemos un libro del anaquel. Y en la despensa tenemos una botellita de vino en un «armario empotrado que consta de varios anaqueles», así que cogemos la botella de nuestra alacena; otra vez términos árabes. Por fin nos disponemos a abrir el libro que nos trajeron los Reyes este año... ¿Año? Hum...En esta palabra es muy importante ese rasgo diminuto que hace que la eñe no sea ene y que año conserve su buen nombre; y también el rasgo de la cedilla (en francés o catalán) para que no sea una ce y obligue al equipo del Barça a convertirse en una embarcación (o quizás en el Canoe). Pues estos rasgos tienen su nombre, son virgulillas.

Parece que hay una palabra para todo; no es así y los traductores luchan con alguna palabra que pierde matices de un idioma a otro y, si se traduce por varias vocablos, entonces pierde entidad. Pero esta bitácora nació como comentarios ubetenses a las entradas de Curioso pero inútil. ¿Puede haber una palabra que tenga la acepción de una discusión sobre un punto científico pero que, en muchas ocasiones, sea también algo trivial, sin ningún fin útil excepto entretener? Estimados Patxi & Remo, les regalo una palabra latina y rotunda como es cuodlibeto. Reconozco que la locución «curioso pero inútil» seguirá siendo más expresiva que cuodlibeto, pero no digan todavía que desfallezco, les doy también una palabra para sus noticias y revisiones de libros: recensiones. En justa correspondencia, Curioso pero de letras se merece algún término recóndito: busquen en los diccionarios o en su memoria y lo vemos en los comentarios porque ahora me he quedado sin palabras.

miércoles, febrero 08, 2006

Consultorio CPL (III): Tinnitus, silbatos y orejas

Hace ya unas semanas Shora me hizo la siguiente consulta:

¿La expresión pitar los oídos existe en otros idiomas (aun teniendo en cuenta variaciones)? De existir la expresión, ¿tiene connotaciones de superstición como en España?

Que yo recuerde, traduciendo nunca me había encontrado con esta expresión y la cuestión de su existencia no me había preocupado lo más mínimo. Así pues, cuando recibí la consulta me picó mucho la curiosidad buscarlo en las cinco lenguas que conozco (catalán, castellano, francés, inglés e italiano). De entrada, no dudé de que existiría: al fin y al cabo, las supersticiones y los sentidos figurados suelen ser compartidos entre todas las lenguas de Occidente. Pero también esperaba que habría hubiera ligeras variaciones: siempre las hay y suelen ser divertidas o curiosas. Ya para empezar ¿sabíais que el castellano es la única de las cinco que distingue claramente entre oído y oreja?

Me explico: el oído es uno de los cinco sentidos, pero es también el órgano de ese sentido, especialmente el interno, en contraste con la oreja, que es la parte visible del órgano externo. (Sé que en medicina se precisa aún más, pero seguro que Shora lo podrá explicar mejor que yo.)

En cambio, en catalán, en francés y en italiano, aunque existen también dos palabras, una (oïda, ouïe, udito) sólo se refiere al sentido, mientras que la otra (orella, oreille, orecchio), en un auténtico embrollo metonímico, sirve tanto para el órgano externo como para el interno e incluso para referirse al sentido... La consecuencia es que en esas tres lenguas no se distingue claramente entre oído y oreja, con lo que, por ejemplo, si quieres decir que alguien tiene oído para la música, debes referirte a la oreja: tenir orella per a la música, avoir l'oreille musicale, avere molto orecchio. Igual que si quieres decir que alguien está un poco sordo: ser dur d’orella, être dur d’oreille, essere duro d'orecchio. (Ya sé que en catalán se utiliza también oïda, pero parece que es por influencia del castellano, para variar.)

Y en cuanto al inglés, esa lengua tan admirada y preciada por su precisión y su exactitud, sólo tiene una para todo: ¡ear! No, no es verdad; estoy exagerando: también tienen hearing para el sentido. Algo gracioso es que para decir que no tienes oído musical dicen que eres «sordo para los tonos» (to be tone-deaf)...

No sé qué camino he tomado, pero seguro que es uno de los que van hacia Úbeda, porque el tema de este post era la expresión pitar los oídos. Empecemos, pues, con las lenguas románicas, sin dejar de recordar que en castellano también se puede decir silbar o zumbar los oídos:

Catalán

xiular les orelles

Obviamente, por lo que ya he explicado, tenía que ir con orelles. En cuanto a xiular, es el equivalente exacto de pitar (en catalán, no distinguimos entre silbar y pitar; sí, pitar y «pitu» son castellanismos...) A-parte del significado fisiológico (de oír un pitido) también tiene el sentido supersticioso. De hecho, ha sido en un diccionario catalán donde he encontrado lo siguiente:

«Dicen que, si nos pita el oído derecho, es señal de que alguien habla bien de nosotros; y si es el izquierdo indica que hablan mal.»

Francés

siffler les oreilles o tinter les oreilles

La primera es exactamente igual a la catalana (en francés, tampoco se distingue entre pitar y silbar). El segundo verbo, tinter, también es lo que hacen las campanas (tañer), los relojes (sonar) y una copa o un metal (tintinear). Tanto el significado literal como el figurado también coinciden con el castellano.

Italiano

fischiare le orecchie

Fischiare también significa tanto pitar como silbar, pero es evidente que su origen es distinto: viene de fistula, que es el nombre de un instrumento como la gaita. O sea que, al parecer, silbar es como tocar la gaita... Otra vez nos encontramos con que comparten el significado literal y la superstición.

Inglés

your ears must be burning

Aquí empieza lo interesante... Las orejas (esperemos que no sean los oídos) ya no silban ni pitan ni tocan la gaita: ¡queman! O arden o se encienden o escuecen... to burn puede traducirse por todas esas palabras. Precisamente intentar saber qué quieren decir fisiológicamente con eso de que «las orejas te arden» ha sido muy complicado... Vayamos por partes.

A mi parecer, en las lenguas latinas se puede hacer un juego en dos direcciones respecto a la superstición de los oídos silbantes. Puedes decir de alguien del que estás hablando mucho con otra persona: «¡Cómo deben de estarle pitando los oídos!» Y si oyes un pitido puede darte pie a preguntarte si alguien está hablando de ti. Pues, bueno, he intentado saber si ese juego de dos direcciones se puede hacer también en inglés y ya os anuncio que no he sacado mucho en claro... Lo he preguntado a varias personas anglófonas (¡gracias, Alex!) y éstos son los resultados:

He aprendido que para decir que te pitan los oídos físicamente, se dice my ears are ringing (como el teléfono). He aprendido que el nombre de los pitidos auditivos es tinnitus en inglés (¡qué palabra más bonita!) y acúfenos en castellano (palabro curioso). He aprendido que si te pica la nariz quiere decir que alguien va a hacerte una visita inesperada. Pero no he conseguido saber cuál es la sensación física concreta que tienes cuando «te queman las orejas». Básicamente, lo que me han dicho es que la expresión sólo se utiliza en el sentido figurado. Es decir, no hay doble dirección en el juego: no se puede partir de una sensación física para preguntarte si alguien habla de ti... Porque para decir que tienes las orejas calientes o afiebradas seguramente dirían my ears burn, cambiando el tiempo verbal para no confundirlo con la expresión figurada. ¡Qué poco supersticiosos son estos anglófonos!

domingo, febrero 05, 2006

Comentario ubetense (III): state of the art

Comentario sobre el post de Patxi The Search

Patxi,

¿Por qué tus preguntas suelen ser tan tricky? Supongo que, si no lo fueran, no necesitarías preguntárlmelo. Me consultas sobre una de esas maravillosas palabras del inglés que resultan tremendamente difíciles de traducir: esas que precisan una valoración caso por caso... y reducen la productividad de una. ;)

Para traducir state of the art, primero hay que fijarse en si se utiliza como nombre o como adjetivo. En el caso de tu frase es un nombre. Pero creo que es más habitual que se utilice como adjetivo y, normalmente, califica a algo como technology: state-of-the-art technology. (Si es un adjetivo debe ir con guiones; si es un nombre, sin ellos: es la norma ortográfica inglesa.) Si es así, es bastante fácil encontrar una traducción adecuada: tecnología punta o de vanguardia.

El problema viene cuando se trata de un nombre. Veamos la definición del Merriam-Webster:

Main Entry: state of the art
: the level of development (as of a device, procedure, process, technique, or science) reached at any particular time usually as a result of modern methods
- state-of-the-art adjective

[El nivel de desarrollo (de un dispositivo, un procedimiento, un proceso, una técnica o una ciencia) alcanzado en un momento determinado, normalmente como resultado de métodos modernos.]
Así pues, tal como tú bien dices, es algo así como el estado de la cuestión. Pero es un estado de la cuestión vinculado con algo más o menos tecnológico (de ahí, la idea de arte, supongo) e incluye también la idea de desarrollo. Por lo tanto, es posible que en algún contexto estado de la cuestión no sea lo bastante adecuado. Por ejemplo, en tu frase estado de la cuestión no me convence del todo: creo que iría mejor nivel de desarrollo o quizá desarrollo a secas. Decídelo tú, que para eso eres el autor ;)

Con la palabrita en cuestión, también hay usos absolutos, o no vinculados con la tecnología: It's state-of-the-art. Traducible por: es el último modelo, es lo último, es lo que se lleva, es el último grito o es el no va más.

Comentario ubetense (II): Abreviaturas y puntos

Comentario sobre el post de Remo ¡Hoy es el día de la marmota!

Remo,

Detrás de un punto de abreviatura puede ir cualquier signo de puntuación, excepto el punto. Por eso, cuando termina una enumeración con etc. a final de frase, es raro encontrar doble punto. (Lo digo porque creo que es el caso más habitual de abreviatura en final de frase.) Para una explicación más completa, id a: abreviaturas; y para reflexiones interesantes sobre las abreviaciones del nombre del país que primero te llama y luego te asusta: EE. UU. Las dos referencias lingüísticas son del Vademecum de la Agencia EFE; la otra es de Remo. ;)

sábado, febrero 04, 2006

Comentario ubetense (I): La traducción y las películas

Comentario a los comentarios sobre el post de Patxi El milagro de la edición

Podría empezar diciendo la frase típica: «me alegro de que me hagas esta pregunta»... En el mundo de la traducción, nos quejamos siempre. Nos quejamos por lo poco que nos pagan. Nos quejamos por los plazos ridículos que nos dan para traducir cantidades ingentes de texto. Nos quejamos porque nadie nos valora. Nos quejamos porque nadie es consciente de lo que significa traducir. Nos quejamos porque nadie parece darse cuenta cuando una traducción está bien hecha. Nos quejamos porque todo el mundo nos critica cuando una traducción parece mal hecha. En resumen, somos unos quejicas.

Yo, como traductora, comparto gran parte de esas quejas, pero la verdad es que globalmente estoy muy satisfecha con mi trabajo, así que no me quejo. Además, creo que la gente sí que nos valora: aunque sea en negativo, el hecho de que el tema de la traducción de los títulos de las películas desate «pasiones» es señal de que se valora la labor de la traducción...

Pero tengo que daros una noticia «sorprendente»: el título de la película no lo «traduce» el traductor de la película. Normalmente decide el título quien la distribuye: es decir, quien paga por la traducción y quien espera tener beneficios por el hecho de haberla traducido y distribuido en un nuevo mercado. El traductor lo máximo que podrá hacer es proponer varios títulos para que luego escojan el que más les guste. Y es lógico que sea así: no es ni bueno ni malo, es lo que hay.

Empecemos analizando cómo creo que valoráis la adecuación de un título traducido. Y, de entrada, preguntémonos lo más básico: ¿qué es un título? En lingüística, y más concretamente en análisis del discurso, se considera que el título de un texto (una película se considera un texto) tiene un valor catafórico: es decir, anuncia lo que vendrá. Es una especie de síntesis del texto que anticipa. Puede ser meramente informativo, pero también es posible y probable que indique lo que el autor considera más importante del texto que ha escrito. En este sentido, cuando se traduce un texto, traducir fielmente el título forma parte del respeto debido al autor original.

Hasta aquí estamos todos de acuerdo. El problema es que valoráis esa fidelidad al autor original como mera literalidad. Es decir, tengo la sensación de que sólo os fijáis en si se ha traducido literalmente (palabra por palabra) el título original. Pero cuando se traduce no hay que ser fiel a las palabras, hay que ser fiel al sentido. ¿A qué nos referimos con eso del sentido? Pues nos referimos a todo: a las palabras, a su significado, a la intención del autor, al efecto que tenga sobre el destinatario y a la finalidad que se persiga con el texto. En este sentido, podríamos decir que para traducir bien hay que tener muchos amantes pero, al mismo tiempo, ser fiel a todos o, al menos, al que más nos importe...

Ser fiel a las palabras y a su significado, ya sabemos qué quiere decir. Ser fiel a la intención del autor, en el caso del título de una película, implica darse cuenta de qué es lo que ha querido destacar de la película y respetarlo. Vamos a ilustrarlo con el ejemplo de Sleepless in Seattle. En este caso, se destaca que el protagonista no puede dormir y que vive en Seattle. Es obvio que esos dos aspectos de la película no se destacan con Algo para recordar. Si lo tradujéramos literalmente con Insomne en Seattle, sí respetaríamos la intención del original de destacar esos dos aspectos. Pero entonces ¿estaríamos siendo fieles al efecto que tiene el texto original sobre el destinatario original y estaríamos trasladando ese mismo efecto al destinatario de la traducción? En este caso, podemos decir que el destinatario original son personas estadounidenses anglófonas y el destinatario de la traducción son personas españolas castellanohablantes.

Empecemos con el par sleepless-insomne... Por lo que yo sé, tengo la sensación de que sleepless no tiene necesariamente la connotación de «trastorno» que sí tiene insomne. Para decir que se sufre insomnio en inglés no se dice suffer from sleeplessness, sino suffer from insomnia. Así pues, si utilizamos la palabra insomne (la traducción más literal) añadimos una connotación que no tiene el original. Es decir, somos fieles a las palabras, al significado y a la intención del título, pero somos infieles al efecto sobre el destinatario.

¿Y qué pasa con Seattle? Pues que es una ciudad estadounidense y es probable que en España ni sepamos dónde está exactamente (véase Geografía: USA & UE) y, aunque lo sepamos, ¿qué importancia tiene para nosotros que Tom Hanks esté en Seattle o en Chicago? Pues muy poca. Así pues, si trasladamos la película de un lugar a otro, también hay que tener en cuenta lo que es relevante en cada lugar: quizá para el público estadounidense tiene alguna importancia que el marco geográfico de la película sea Seattle, pero para el público español es algo más bien irrelevante, tratándose como se trata de una película romántica. (Si fuera un documental sobre los movimientos antiglobalización con el título Seattle, sería distinto: las movilizaciones empezaron en Seattle en 1999, así que, en ese caso, podría ser relevante.) En resumen, para una película comercial romanticona, mejor obviar la ciudad americana en cuestión cuando la trasladamos a España, porque poniéndola en el título no conseguiríamos nunca tener el mismo efecto que el original tiene sobre el público original.

He dicho que para traducir bien hay que tener muchos amantes pero, al mismo tiempo, ser fiel a todos o, al menos, al que más nos importe... Y ya he insinuado que las palabras son el amante menos importante. Bueno, pues, en este caso, se me ocurre un título que, sin ser literal, sería fiel al significado, al efecto y a la intención: Noches en vela. Quizá si la película hubiera llevado ese título no os habríais «alarmado» tanto...

Pero ¿qué pasa con el último de los amantes que he nombrado, esto es, la finalidad que se persigue con el texto? Estaréis de acuerdo conmigo que lo que se quiere principalmente cuando se produce una película comercial como ésta es ganar dinero, ¿no? Pues sí, por eso se hace y por eso hay gente que invierte en ella y por eso hay gente que paga por su traducción... Por eso, no decide el título el traductor; por eso, tiene la última palabra quien ha invertido en esa película. En este sentido, el título no es una catáfora ni es nada que se tenga que «respetar»: es el cebo para que la gente vaya al cine. Esa finalidad es la amante más importante a la hora de «traducir» el título de una película. Y si los expertos en marketing (no los expertos en traducción) consideran que Algo para recordar es más comercial en España que Noches en vela, Algo para recordar es el mejor título posible como traducción de Sleepless in Seattle...

Así pues, podemos decir que lo que se «traduce» no son las palabras del título, sino su finalidad. En este sentido, Algo para recordar es la fiel traducción del original. Porque, tal como comenta Rodrigo en los comentarios del post original, lo que hicieron para traducirlo es buscar en la película algún elemento importante y ponerlo en un título llamativo y sugerente: exactamente lo que hicieron los productores de la película cuando se decidieron por Sleepless in Seattle. No se han traducido las palabras, sino el proceso mismo para decidir un título teniendo en cuenta todos los factores relevantes del contexto. Y se ha hecho fielmente, ¿no?

jueves, febrero 02, 2006

Consultorio CPL (II): Misoginia, patrimonio y matrimonio

En primer lugar, quería agradaceros el alud de consultas que he recibido... ¡Qué emocionante! Tengo muchas ganas de responderos lo mejor que pueda, así que tendréis que tener un poquito de paciencia para que pueda hacer mis pesquisas y os pueda responder con un poco de conocimiento... Empiezo por dos consultas que me hizo ayer Misslucifer:
Siempre me ha llamado la atención que hay muchas palabras referidas a los hombres que no existen para las mujeres y me ha parecido injusto, pero coherente con la historia (el hombre siempre por encima). Por desgracia, ahora sólo se me ocurre una, que es la causa de mi consulta. Misoginia. ¿Por qué no existe un equivalente al contrario, es decir, sentimiento de desprecio hacia los hombres por parte de las mujeres? He probado a buscar en el diccionario algunas posibilidades (misandria o misoandria me parecieron las más lógicas) pero nada.
Cuando lo leí, lo primero que pensé fue: ¡lesbianismo! ;)

Me permito hacer esta broma porque yo misma soy lesbianista, así que nadie se lo tome a mal... (Aun así, aprovecho para apuntar que en ocasiones sí se tiende a pensar que ser lesbiana implica automáticamente que no te gusten los hombres, lo cual indica una pobreza de pensamiento remarcable: "me gusta esto; ergo no me gusta lo otro", como si se tratara de opuestos excluyentes.)

Volviendo al tema que nos ocupa ahora, efectivamente no existe el equivalente contrario... o no lo han recogido los diccionarios. Creo, como tú bien dices, que se debe a razones históricas. Por algún motivo, no se ha creado esa palabra... o no ha sido necesario crearla. Porque lo que me parece claro es que quizá la palabra no se haya creado, pero el "sentimiento de desprecio hacia los hombres por parte de las mujeres" sí debe de haber existido.

En este sentido, se me ocurre que es posible que no se haya creado porque no se ha teorizado sobre el tema. Es decir, por lo menos desde Aristóteles (ese gran filósofo), sobre la misoginia algunos hombres han pensado, filosofado y teorizado mucho y, para hacerlo, es preciso una palabra que recoja el concepto. Ya que después hablaremos del matrimonio, no hay que olvidar que también existe la misogamia, esto es, la aversión hacia el matrimonio, que históricamente para algunos hombres ha ido de la mano de la misoginia.

En cambio, la animadversión hacia los hombres no ha sido --digamos-- desarrollada filósoficamente. A mi parecer, este hecho no es negativo. Cuanto menos odio, mejor. Pero sí que me parece perjudicial que falte una palabra para un concepto que en algún momento necesitemos. Así pues, si necesitas una palabra, ¡créala! En este caso, es bastante fácil. Porque el hecho de que una palabra no esté en el diccionario no significa que esa palabra no exista. Si es una palabra formada o creada a partir de las reglas de derivación o composición de la propia lengua, es una palabra posible, buena y correcta, sin discusión posible.

Tu intuición es buena: la mejor opción en este caso es misoandria.

miso-: Forma prefijada de la palabra griega mísos, que significa odio.

-andria: Elemento sufijo del griego anér, andrós, varón. Por ejemplo: poliandria.

También podría ser androfobia, pero se perdería el paralelismo formal con misoginia.

Para acabar con esta cuestión, ya que veo que tienes un interés general sobre la relación entre androcentrismo y lenguaje, te recomiendo los libros de Eulàlia Lledó, filóloga feminista eminente. No sé si serán fáciles de encontrar y supongo que también depende de dónde estés tú (¡cuánta falta nos hace Amazon España!). Por otra parte, me parece que algunos de sus libros están escritos en catalán, pero debe de haber traducciones. A ver qué encuentras.

Pasemos a tu segunda consulta:
Y a todo esto, se me ha ocurrido otra consulta... Patrimonio/matrimonio. Hace poco leí en algún lado (no me pareció una fuente demasiado fiable) que ambas palabras se utilizaron en origen para definir prácticas relacionadas con la protección de las propiedades pertenecientes a la familia paterna y materna respectivamente. Por un lado, parece posible (si consideráramos que patrimonio viene de pater y matrimonio de mater) pero, por otro, no, pues patrimonio podría venir de pater o de patres. Y creo que patres en latín se refiere a ambos padres.
Empecemos con las etimologías. El significado original de las dos palabras en latín (patrimonium, matrimonium) es, respectivamente: herencia del padre y herencia de la madre. En cuanto a si pater, -tris servía tanto para el padre como para la madre, no es así. La palabra que sí se refería a ambas figuras era parens, -ntis:

parens, -ntis: el padre o la madre, participio presente de parere (parir, engendrar), aplicado inicialmente al padre y a la madre indistintamente, sobre todo en plural; conjuntamente, pasó después a designar a los familiares (parientes).

En cambio, en la palabra inglesa parents sí se ha mantenido el sentido original.

Aclarado esto, creo que es muy probable que las dos palabras tuvieran su origen en la distinción entre las propiedades que se heredaban por parte de madre y las que venían por parte de padre. Es una cuestión de antropología histórica... y yo a tanto no llego ;) Pero si te puedo decir que esta mañana lo he consultado con mi querido antropólogo personal, Martí, y me ha confirmado que es más que probable que sea así.

Con todo, a mí no me parece tan interesante el origen como lo que han terminado significando.

¿Cuál es la herencia del padre?

patrimonio: 1. Conjunto de los bienes de alguien adquiridos por herencia familiar. 2. Conjunto de los bienes de alguien, cualquiera que sea su origen. 3. Conjunto de bienes de interés artístico, histórico o cultural de un país o región que están sujetos a un régimen legal especial.

¿Y lo que recibimos de la madre?

matrimonio: Unión de un hombre y una mujer, legalizada con las ceremonias y formalidades religiosas o civiles establecidas, para constituir una familia. Constituye uno de los sacramentos de la Iglesia.

No me voy a meter en la calidad de las definiciones (son de María Moliner) y en el hecho de que, afortunadamente, lo que dice sobre el matrimonio en España ya no es válido.

Me quiero centrar en el hecho de que lo que heredamos del padre son bienes, ya sean materiales o intelectuales, y en cambio lo que recibimos de la madre es una unión, una relación, que además es sagrada. Ojo, no estoy diciendo que sea así en la realidad (os aseguro que mi experiencia con mi padre y mi madre no se corresponde en absoluto con esa lógica). Lo que quiero es señalar lo interesante que es ver cómo han evolucionado metafóricamente esos significados en nuestra cultura: la herencia del padre son propiedades; la herencia de la madre es una relación sagrada.

No sé si lo valoraréis como algo sexista, si creeréis que esa evolución semántica menosprecia a las mujeres... o ¿a los hombres? En todo caso, da que pensar. Y mucho. ¿No?

miércoles, febrero 01, 2006

El nacimiento de CPL

Sí, lo habéis conseguido. Ha precisado mucha insistencia y un tiempo de maceración, pero al final lo habéis conseguido: ha nacido mi bitácora. Y, como todo lo que no es tradición es plagio, ya desde el título rindo tributo a mi bitácora preferida: CPI (Curioso pero inútil).

Pero no sólo con el título voy a seguir el ejemplo de CPI, voy a basar mi bitácora en la otra. Es decir, quiero que mi blog sea un agregado del otro. En esencia, esto quiere decir que no voy a cambiar mis hábitos. Tal como ya os dije, lo que no me gustaba de crear mi propia bitácora era el miedo a tener que planificar o pensar demasiado. Así pues, voy a seguir haciendo lo que he hecho hasta el momento: cuando CPI me inspire alguna reflexión lingüística, escribiré un comentario al respecto en mi página, con la correspondiente referencia al post original. Este planteamiento es el que me ha permitido convencerme a mí misma de meterme en este embrollo ;)

Me ha convencido por cuatro razones. En primer lugar, por lo que ya he dicho de no tener que planificar y poder dejarse llevar por lo que surja. En segundo lugar, porque de esta manera dejo de introducir en CPI comentarios off-topic o de los cerros de Úbeda (un nombre alternativo para mi bitácora era "Úbeda lingüística"). Sé que no os debe de haber molestado en ningún momento, Patxi y Remo, pero a veces he tenido la sensación de pasarme con la longitud de mis comentarios (y lo poco relacionados que estaban con el tema principal). En tercer lugar, porque así dejaré de sonrojarme cada vez que haga un comentario que os guste... Y, en último lugar, porque por fin podré dar formato a mis textos: cursivas, negritas, citas, listas... ¡qué placer tipográfico!

Como veréis, para empezar he hecho un recopilatorio de todos los comentarios CPL que he hecho hasta el momento en CPI (y uno que hice tiempo ha en La vuelta al mundo en 74 días acerca del concepto de blog). También he introducido mi primera respuesta a una consulta CPL, hecha, cómo no, por mi fan preferido: fanshawe. Cualquier consulta lingüística o traductológica será más que bienvenida. Así que ¡animaros! El Consultorio CPL está abierto las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. La siguiente en la lista del Consultorio es Shora: me hizo una consulta en privado muy interesante y le respondí con poco lujo de detalles, así que prometo extenderme un poco más en breve. Después intentaré tratar el "controvertido" tema de la traducción de los títulos de las películas... A ver qué sale.



Para terminar esta introducción a CPL, no quería dejar de agradeceros vuestros ánimos. Sin ellos, no me habría embarcado en esta emocionante aventura. Espero cumplir con nota vuestras expectativas. Pase lo que pase, lo cierto es que llegar hasta aquí ya ha sido un enorme placer. ¡Me encanta compartir el ciberespacio con todos vosotros!

Queísmo, dequeísmo y poesía de los pronombres

Último comentario CPL en CPI antes del nacimiento de esta bitácora.

Comentario a los comentarios del post de Patxi Tarjetas para plastas con móvil

Pues yo no soy de ciencias ni de letras, sino todo lo contrario: soy lingüista, así que voy a intentar profundizar en el tema de que y de que...

Efectivamente, debe ser "soy consciente de que" y, como dice Shora, el mejor truco es poner esto o aquello en su lugar para comprobarlo. Si se pone un sustantivo, se ve claramente que el verbo (en esto caso el adjetivo) rige la preposición de (rige quiere decir pide a gritos). Si no se pone la preposición, es un caso de queísmo. Tal como lo explica el DRAE:

"Empleo indebido de la conjunción que en lugar de la secuencia de que; p. ej., *Me da la sensación que no han venido." (El asterisco indica que la frase es agramatical.)

El caso inverso es el del dequeísmo, más popular y, a mi parecer, mucho más malsonante (una vez en una conversación entre lingüistas, nos planteamos si alguien podría irse a la cama con alguien que dijera algo así y la conclusión fue rotunda: No, ¡por favor! ¡Rompería todo el erotismo! En fin, la deformación profesional). Tal como lo explica el DRAE:

"Empleo indebido de de que cuando el régimen verbal no lo admite; p. ej., *Le dije de que viniera."

Para los catalanohablantes, este tema es bastante complicado, porque el catalán y el castellano funcionan de manera distinta. En castellano, debe mantenerse siempre la preposición regida, pero en catalán la preposición en esos casos "cae", con lo cual tiene que desaparecer... "Ser conscient que"; nunca "*Ser conscient de que"... Con lo cual, cuando te acostumbras a decirlo bien en catalán, empiezas a decirlo mal en castellano, y viceversa. Alguna desventaja tenía que tener esto de ser bilingüe

Recuerdo que cuando Telefónica puso el contestador en red, en castellano decía: "*Telefóncia le informa que no tiene mensajes". Rápidamente, me puse la versión en catalán para ver si también la habían cagado diciendo de que, pero a tanto no llegaron... Me parece que al final también lo corrigieron en castellano.

No quiero dejar de decir que ser bilingüe también tiene ventajas en este sentido... Ser catalanohablante casi te garantiza que no vas a cometer el error del dequeísmo, porque ese fenómeno no se ha dado en catalán y suele sonarnos muy mal (nos suena agramatical; imposible casi).

En realidad, me parece recordar que algún especialista apuntó que el dequeísmo surgió por ultracorrección del queísmo. Es decir, como los académicos no paraban de decir que había que decir de que en lugar de que, la gente empezó a poner de que en todas partes... Como siempre, el origen de todos los males es la RAE

Y Patxi dijo:
Laísmo, leísmo y loísmo: Como apunta Agnès, ser catalanohablante también tiene alguna ventaja: JAMÁS incurrimos en esos tres divinos errores que me revientan los oídos. Viví en Santander y cada vez que me decían algo del estilo "¡Te le digo de verdad!" me chirriaban los dientes y pensaba en todas esas palabras que empiezan por el prefijo tele-: telescopio, televisión, teléfono...
Y yo respondí:

¡TELEPIZZA! Aún estoy riendo con tu comentario telefilológico... Ese leísmo no lo conocía: de hecho, en principio el leísmo está aceptado (se puede decir "Le amo" en vez de "Lo amo", aunque en femenino no funciona demasiado bien), pero ese caso me parece literalmente imposible... :D

En efecto, los catalanohablantes utilizamos los pronombres castellanos de maravilla, pero cuando se trata de los nuestros (los famosos pronoms febles) nadie da ni una... En parte también es así por culpa de la Academia (de Pompeu Fabra, en concreto, y de los que son más papistas que el Papa, en general), pero no hay que olvidar que hay zonas del sur catalanohablante en que tienen un sistema pronominal poéticamente matemático. Y resulta que mi mujer es una de esas poetas de los pronombres... ¿Por qué será que me enamoré de ella?

(sic)

Comentario a los comentarios del post de Patxi Si la vida fuera como los videojuegos

Lo que dice Daniel a propósito de sic es inexacto. Porque añadir sic no es equivalente a entrecomillar un texto.

Cuando pones comillas, indicas que estás citando un texto, unas palabras, etc.; cuando además pones sic, indicas que lo sorprendente o aparentemente erróneo no se te puede atribuir a ti, sino que el original es así (sentido original de la palabrita en latín). Es decir, si lees una cita (entre comillas) y hay un error o algo sorprendente, pero no pone sic, puedes pensar que quien se ha equivocado es quien ha citado; por eso, si añades sic te cubres las espaldas (a mí que me registren, como decía il mio carissimo fanshawe).

En resumen, sic no se utiliza sólo con palabras sueltas o frases cortas porque usarlo no depende de la longitud de lo citado: cumple una función distinta a la de las comillas.

Ciencias, letras y esdrújulas

Comentario al post de Remo ¿Ciencias o letras?

Me ha encantado, el estudio... Y me llamaréis freak, pero yo cierta lógica le veo... Me explico:

La cuestión no es si son letras, ciencias o ciencias sociales. La cuestión tampoco es si llevan tilde o no. Lo importante y significativo es si son esdrújulas... En castellano, las palabras normalmente son llanas. En cambio, en francés son siempre agudas; en italiano, tienen más tendencia a lo esdrújulo; y en catalán, tenemos un max-mix entre llanas y agudas (también porque hay más monosílabos). Este hecho lleva a pensar que cuando hay una esdrújula en castellano es posible que haya algo "raro"...

Mi hipótesis es la siguiente: cuando el nombre de un saber es una palabra esdrújula, el origen de ese saber no es latino... Si el origen es latino, la palabra tendrá una evolución "normal" y acabará siendo llana en castellano. Si no lo es y en función del origen, es posible que acabe siendo esdrújula...

Matemáticas viene del latín mathematicus, -a, -um, i ésta del griego mathematikós (estudioso; matemático), derivado de máthema (conocimiento), que, a su vez, deriva de mantháno (aprender).

Álgebra viene del latín algebra (ídem), y ésta del árabe al-jäbr (reducción).

Física viene del latín physicus (físico, relativo a las ciencias naturales) y ésta del griego physikós (relativo a la naturaleza), derivado de phýsis (naturaleza), i ésta de phýo (nacer).

Química viene del latín chimia (ídem), del árabe kimiyâ´ (piedra filosofal), i ésta probablemente del griego khymeía (mezcla de jugos).

Derecho viene del latín clásico directus (recto, directo), participio de dirigere (dirigir), derivado de regere (guiar, conducir, dirigir).

Por favor, no me machaquéis. Es sólo una hipótesis improvisada un lunes cualquiera por la mañana... Evidentemente, habría que mirar un número muchísimo mayor de casos y ponerlo en relación con una teoría más amplia de la evolución fonológica de las palabras en castellano en relación con su origen etimológico, y la influencia que pueda tener ello en las sílabas tónicas finales.

P.S.: En una de mis habituales discusiones de bar con Eulàlia, mucho más versada que yo en cuestiones de historia de la lengua (ella es filóloga; yo, traductora), me confirmó que la hipótesis de las esdrújulas no es tan descabellada... ¿Alguien se anima a hacer un estudio científico?

Tortugas, mayúsculas y culos en mayo

Comentario al post de Patxi La tortuga trilera, a raíz de mi petición mayusculofóbica y la provocación de Remo:

Remo dixit:

Agnes, no sé por qué dices lo de las mayúsculas... Las empresas españolas lo hacen: Telefónica de España, Banco Santander, hasta la Churrería Carrasco...
Y yo respondí:

Gracias por complacerme con tanta rapidez.

Voy a explicarme con un poco más de detalle.

El caso que me planteas, Remo, es distinto. Me hablas de entidades con un nombre propio. En ese caso, tanto en inglés com en lenguas romances se escribe todo en mayúsculas excepto las preposiciones.

(Además, me has puesto casos en los que no se podría contrastar. En esos casos, no habría posibilidad de que no fueran en mayúsculas: la primera palabra siempre iría en mayúscula por ser la primera; y las siguientes tendrían que ser adjetivos o nombres comunes para no ir en mayúscula; quiero decir que sería distinto el caso de Telefóncia E/española; Banco de C/crédito o Churrería F/fina, porque España, Santander y Carrasco son nombres propios que siempre --es una norma ortográfica, no tipográfica-- van en mayúscula.)

Hablando en general, podemos decir que el inglés tiene una mayusculitis aguda (o crónica, ya veremos). Seguramente tiene que ver con la tradición germánica (en alemán todos los sustantivos van en mayúsculas, por ejemplo). La cuestión es que utilizan mayúsculas en muchos casos en los que nosotros no lo hacemos. Pero, claro, ya nos están contaminando... Un caso en que aún no lo han hecho son los titulares de periódico ("Ex-Senator Is To Be Admitted"). Pero empieza a detectarse una cierta tendencia imitativa, por ejemplo, en los títulos de los libros, las películas o las categorías de un blog.

La norma que siguen en inglés se llama head-line style of capitalization (si alguien pensaba que en inglés, como no tienen academia, no hay norma, que se desengañe). En su variante más usual consiste en poner en mayúscula la inicial de la primera y la última palabra y, en medio, la de todas las que no sean artículos, las preposiciones at, by, for, in, of, on, to (excepto cuando forma parte de un infinitivo) y up, las conjunciones and, as, but, if, or, nor y for y el segundo elemento de un numeral escrito con guión.

¡Toma ya! Y después nos quejamos de las normas de la RAE...

En lenguas romances en general (el francés, mejor dejarlo para otro día) el estilo normalizado es el de poner los títulos sin otras mayúsculas que las previstas por la ortografía (por ejemplo, la mayúscula que siempre lleva un nombre propio). Si el título no está en el lugar que le corresponde, es decir, si se cita en otro lugar un libro, una peli (o la categoría de un blog), entonces habría que ponerlo además en cursiva.

Por último, hay que apuntar que, para rizar más el rizo, en inglés empieza a abrirse camino la práctica de no utilizar otras mayúsculas que las ortográficas; es decir, la nuestra, que ellos llaman sentence style of capitalization.

En el fondo, es una de esas cosas que la gente hace para complicarse la vida o para que el propio trabajo tenga más alicientes (¿?). En mi caso, tengo que reconocer que soy mayusculofóbica... ¡NO ME GUSTAN! LAS ODIO: CUANTAS MENOS, ¡MEJOR!

Y, para terminar, Remo me hizo este divertido comentario:
Agnes, mil gracias por tu explicación (mi guiño final era para chincharte). El problema de las mayúsculas fue uno de los primeros con los que me topé al llegar a vivir a los USA, algo de lo que nunca había oído hablar hasta entonces.

Y en cuanto a tu mayusculofobia, ¡no puedo creer que no te gusten los culos en mayo! ¡Pero si es cuando empiezan a apreciarse de nuevo tras haber estado cubiertos todo el invierno!

Consultorio CPL (I)

Esta fue la primera consulta formal que me hizo il mio carissimo fanshawe a raíz del comentario sobre la consistencia.
Releyendo el comentario de Agnes me gustaría añadir que hay una palabra en italiano que va perfecta como traducción de consistency, que sería consapevolezza. Cuando hablando en español me viene la necesidad de utilizarla (y me pasa mucho) no sabría cómo traducirla... así que me quedo con lo de necesidad de ser consecuentes.

Por cierto Agnes, no sabrás italiano, ¿verdad? Porque tengo atascada la traducción del verbo riuscire al español, ya que se suele traducir por conseguir o lograr, pero tiene matices diferentes en italiano. Es como una especie de término medio entre poder y lograr.
Y ésta mi respuesta:

Buf, fanshawe, vaya preguntitas. ¡Me encanta! Pero voy a necesitar un ratito para responderte...
A ver, para empezar tengo que decir que sí sé italiano y que, de vez en cuando, traduzco de esa lengua, pero todavía me falta mucha calle. Quiero decir que la conciencia del uso de las palabras y las traducciones posibles no viene del diccionario bilingüe (aunque ayude) sino de la práctica: aprendes a fuerza de encontrártelas en distintos lugares muchas veces (en realidad, es exactamente igual a cuando aprendimos a hablar). Y como en italiano no tengo mucha práctica, me cuesta un poquitín más...

Respecto a consapevolezza. Nunca había pensado que consapevole pudiera ser consecuente... Así que me ha sorprendido tu comentario. Por mi experiencia, se trata de un equivalente bastante exacto de conciencia y consciente. Si te fijas en la etimología, tiene mucho sentido: con-ciencia / con-sapere. Ahora bien, es posible que tenga algún uso (que yo no conozco) que se acerque más al hecho de ser consecuente... ¿Se te ocurre algún ejemplo para ilustrarme?

En cuanto a riuscire... ¡Gran verbo! Es precioso. Y, efectivamente, el castellano no tiene un equivalente con la misma etimología. En catalán y en francés, en cambio, sí existen: reeixir y réussir, respectivamente. En francés, como en italiano, es de uso habitual, pero en catalán ahora se utiliza poco... Es curioso que la palabra francesa es un préstamo del italiano; en catalán, en cambio, también es de formación propia.

La etimología para ambas lenguas es re+uscire/eixir, es decir, re-salir. En este sentido, en italiano puede tener un significado no figurado: "È tornato a casa tardi ed è subito riuscito"; es decir, ha salido otra vez. O un poco más figurado, pero con el mismo sentido de movimiento: "Non capisco dove voglia riuscire con questo discorso"; es decir, no entiendo adónde quiere ir a parar.

Siguiendo con los sentidos figurados, también tenemos el sentido de salir bien: "La festa è riuscita". O sea que en castellano con el verbo salir también se pueden hacer usos figurados de este tipo.

En algunos casos, también es equivalente a resultar. Y es lógico porque la etimología de resultar tiene algún parecido con riuscire: re-saltar. Un ejemplo: "Quell'uomo mi riesce antipatico"; es decir, me resulta antipático.

Los sentidos que quedan son los que has apuntado tú, equivalentes a conseguir/lograr o poder. "Non riesco a leggere senza occhiali." En principio, podríamos traducir la frase con conseguir o lograr, pero suena un poco drama queen: "No logro leer sin gafas". Creo que es un matiz que no está en italiano, así que, como tú bien dices, en este caso la mejor traducción es poder: "No puedo leer sin gafas". Con el mismo sentido, en italiano se puede construir la frase con verbo impersonal: "Non mi riesce di fare ciò che dovrei"; "non gli è riuscito di entrare". Ambas frases se pueden traducir con poder.

Pero hay otros usos que sí requieren conseguir o lograr, porque implican un cierto esfuerzo o compromiso: "Nonostante il coraggio mostrato, non è riuscito ad arrivare a la prova finale".

Y al final nos encontramos con el uso más difícil de traducir, el uso absoluto: riuscire (nella vita). Una posibilidad es, claro está, tener éxito en la vida , pero seguro que depende mucho del contexto y, para traducirlo bien, hay que ponerle imaginación. Por cierto, la etimología de éxito es también salida... como sabemos bien por la palabra en inglés. O sea que al final salimos por donde habíamos entrado

Y ésta su respuesta a mi respuesta:
Vale, ejemplo de consapevole que yo consideraba una via di mezzo entre consecuente y consciente: "Una volta che hai deciso di accettare il lavoro dovresti portarlo fino in fondo. Bisogna essere consapevole delle proprie scelte". Que viene a ser "una vez que has decidido aceptar el trabajo deberías llevarlo hasta el fondo/tomártelo en serio/(algo así). Hay que ser consecuente con las elecciones que se hacen". Claro, de ahí mi suposición de que consapevolezza sería buena traducción de consistency.

Por otra parte piensa que a pesar de mi desenfrenado amor por la lengua yo el italiano lo he aprendido de vivir aquí, no lo había estudiado, a base de leer, de hablar, de ver películas... por eso me lío tanto con ciertas traducciones de términos y con las malditas preposiciones.
A lo cual yo no respondí... Prometo respuesta en algún momento.

Eclecticismo, efectivismo y consistencia

Comentario al post Mi abedecedario de libros de Patxi i a los comentarios del mismo post.

Patxi,
¡No te fíes de las definiciones del DRAE! NO, por favor! Es uno de los peores diccionarios del mundo...

Fanshawe, espero no decepcionarte, pero no es una metonimia tuya o de tus amigos.

A ver, he encontrado un diccionario que lo define mejor. El Gran Diccionario de la Lengua Catalana de Enciclopedia, un buen diccionario, aunque no llega a la talla del Robert. Traduzco al castellano:

ECLECTICISMO
FILOS Método filosófico que consiste en escoger de distintas doctrinas las ideas más aceptables con el objeto de formar un cuerpo doctrinal.

ARQUIT Tendencia arquitectónica desarrollada en el siglo xix que mezcla elemento estilísticos diversos.

Y dentro de ECLÉCTICO
2 adj m y f p ext Que amalgama opiniones, tendencias, etc., generalmente consideradas contradictorias.

En resumen, es una palabra de origen filosófico que se utiliza para referirse a algo heterogéneo, variado, sobre todo cuando tiene que ver con las ideas (no diríamos: "mi surtido de galletas es muy ecléctico", aunque a mi me encantaría ese uso). O sea que utilizarlo para referirse a vuestras listas de libros va que ni pintado: efectivamente, son muy variadas y recogen elementos de procedencia muy diversa; y son libros, con lo que se vinculan con el mundo de las ideas... La apreciación de si son elementos contradictorios ya es más subjetiva, pero también tiene sentido por la sorpresa y la admiración que puede causar el ver que tocáis tantos temas distintos a la vez.

Un par de cosas más:

El libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva... En un primer momento, he pensado que habías traducido tú rápidamente el título, pero no, ¡horror!, el libro traducido al castellano es exactamente así... ¡Puaj! Esta traducción de effective con efectivo, no la puedo soportar. El tema es demasiado largo (effective/efficient/efficacious vs. eficaz/eficiente/efectivo) para desarrollarlo aquí, pero algún día lo intentaré (¿qué os parece como próximo tema de conversación --tras el apasionante inicio efectivo del siglo-- para una cena navideña en familia?).

La otra cosa es referente al libro Influence, Science and Practice y también es algo relacionado con la traducción. Me ha llamado la atención el uso de la palabra consistencia en la última frase... Consistency y consistencia son falsos amigos parciales.

En algunos contextos, el equivalente sí es consistencia (cuando se refiere a cosas materiales: una masa, una pasta, el chocolate líquido), pero en el sentido del libro, yo lo traduciría por la necesidad de ser consecuentes (en otros contextos, podría ser regularidad o coherencia). Ya sé que es largo, pero es lo que hay (si fuera el adjetivo, sería más fácil: una palabra por una palabra, pero siendo el sustantivo...).

También me he quedado maravillada por otra cosa... Para confirmar que venía de consistency y ver en qué contexto se inscribía la frase, he buscado las reseñas originales. La frase que he encontrado es la siguiente: "reciprocation, consistency, social proof, liking, authority, and scarcity". Si ésta era tu frase de base, veo que has seguido una técnica de traducción de nivel avanzado (¡!): has traducido consistency y liking con dos palabras cada una. ;O ¡Bravo!

Piel, gallinas y ocas

Comentario al post Órganos vestigiales de Patxi referido al blog Tempus Fugit de Shora

¿Piel o carne de gallina? Ya te han respondido en otro sitio que es indiferente. Y me ha llamado la atención porque justamente hace poco investigué un poco el tema y en los diccionarios castellanos vi que sólo recogían la posibilidad carne de gallina. Pero los diccionarios siempre van muy por detrás de la lengua viva, así que si a un castellanohablante también le suena bien piel, pues debe de ser indiferente.

Por otro lado, en los diccionarios tienden a decir que sólo se utiliza para referirse al aspecto que toma la piel por efecto del frío o del miedo. Y, como se ha visto en vuestros comentarios, no sólo es una cuestión de frío o miedo: puede ser emoción, excitación, sorpresa...

Lo que me parece que sí que puedo afirmar es que en catalán sólo se utiliza pell de gallina... (Pero tengo que contrastarlo con otras zonas )

También es divertido ver que en inglés y en italiano el animal escogido no es la gallina, sino la oca. En inglés, puede tratarse de la carne (gooseflesh) o de algún tipo de protuberancia (goose pimples o goose bumps). En italiano es la piel (pelle d'oca). En francés, en cambio es la carne y de gallina (chair de poule).

Siglas, abreviaturas y símbolos

Éste es el primer comentario que hice en CPI, en relación con el post Ojo con las revistas gratuitas.

¡Primo!

(Sin ánimo de ofender, claro está...)

Me inicio en tu divertidísima bitácora... y me alegro sobre todo porque, ante mi sorpresa, puedo contribuir en algo. Como sufrida correctora (u ortotipógrafa, que queda más chic), comparto tu horror por las malas y habituales abreviaciones. Efectivamente, kms. y seg son incorrectas, pero quería apuntar algo al respecto: km y s no son abreviaturas, son símbolos.

Me explico. En el maravilloso e interesantísimo mundo de las abreviaciones, se distingue entre abreviaturas, siglas y símbolos. Y se hace esa distinción porque tienen "comportamientos" distintos.

Las siglas, como sabréis, responden a las iniciales de las palabras abreviadas y van siempre en mayúsculas (hay también el caso de los acrónimos, pero no voy a entrar en eso).

Las abreviaturas son más variadas porque simplemente se trata de hacer más corta una palabra: pueden hacerse por suspensión, es decir, cuando se omite la parte final de la palabra (pág. o p. para página); o por contracción, cuando se omiten algunas de las letras interiores, com en el caso de Sr. y Sra. Siempre deben llevar punto final y, respecto al plural, sólo se indica en las abreviaturas por contracción, precisamente porque conservan el final: Sres. y Sras.

Los símbolos son otra historia. Son abreviaciones que, de algún modo, se han pactado internacionalmente y, por lo tanto, sólo hay una forma posible: en el caso de kilómetro, km, sin plural posible y sin punto; en el caso de segundo, s. Si no se conoce, hay que consultarlo en una lista oficial. En eso son distintos de las abreviaturas, porque una abreviatura siempre la puedes hacer como te dé la gana (aunque hay ciertas convenciones). En ese sentido, seg por segundo no estaría mal si no se trata de un texto especializado, pero, eso sí, debe llevar punto final.

En cuanto a las mayúsculas de los símbolos, Daniel tiene toda la razón. Sólo apuntar que el caso de los nombres de un científico/descubridor/inventor no es el único caso en que llevan mayúscula. Litro tiene doble grafía (l o L), pero se prefiere la l mayúscula para no confundirlo con la i mayúscula. Los múltiplos más grandes: mega (M), giga (G), etc. Los elementos químicos: O, Na. Y, para terminar, los vientos: N, NE, NNO, etc.

Ya ves, una también sabe cosas curiosas pero inútiles (si no te dedicas a ello, claro). La verdad es que creo que si no fuera tan rematadamente complicado (sólo he apuntado algunas normas: los manuales de estilo cuentan con capítulos al respecto de más de cincuenta páginas), no nos encontraríamos barbaridades como kms o segs. Pero, claro, si no lo fuera yo tendría menos trabajo...

Besos y a seguir con tu bitácora, se disfruta mucho.

Blogs, telarañas y barcos

Éste es uno de los primeros comentarios que hice en la maravillosa e interesante bitácora de Patxi y Raquel: La vuelta al mundo en 74 días

Mi comentario va a ser lingüístico... cómo no. Como ya les comenté a Patxi y Raquel cuando me hablaron de su intención de abrir esta página para el viaje, a mí esto de blog no me gusta nada... Más que nada porque me parece una palabra fea; así de simple. Y además de buenas a primeras no se entiende. Y como resulta que la traducción existe... sí, sí, existe, como Teruel y Ulan Bator... voy a hacer una propuesta de traducción.

Por lo que he investigado (que no es mucho, pero bueno), blog es una abreviación de weblog, palabra que a su vez se compone de web y log.

Web no tiene nada que ver con una telaraña, que es su significado ya primitivo, sino, claro está, con una página web.

Por lo que se refiere a log, ya es más complicado. Como verbo se traduciría por apuntar, anotar, registrar... con lo cual la traducción podría ser registro de página web. En efecto web log (ojo, separado), se traduce por registro de actividad de una página web. Pero este no es el significado que estamos buscando ahora y, además, nuestra palabra es weblog, todo junto. Así pues, hay que buscar más.

La primera acepción de log, como nombre, es leño, tronco... obviamente, ese significado tampoco nos interesa (las polisemias del inglés son algo misterioso). La segunda, sin embargo, sí nos interesa: aparato que sirve para medir la velocidad de movimiento de un barco a través del agua (me diréis: "si es un barco no será por tierra", pero os juro que es la definición que da el Merriam-Webster Dictionary). A partir de esta acepción, se dan los significados: registro completo de la travesía de un barco y registro del vuelo de un avión. De ahí, el significado como verbo de registrar, apuntar, que os decía más arriba.

Y aquí la cosa ya se pone más interesante: empieza a tener algo que ver con un viaje... en barco o en avión. En este punto podríamos ya proponer, como traducción de log, registro de viaje o, algo más normal, diario de viaje... Eso combinado con web, sería diario de viaje en página web, que es de lo que estamos hablando, ¿no?

Pero, como ya habréis notado, a mí también me importa la estética y diario de viaje en página web me parece algo largo y algo feo. Así que sigo buscando y encuentro otra palabra interesante: logbook. Su traducción literal, por lo que venimos diciendo, sería libro de registro de un viaje en barco... pero ¿eso cómo se dice normalmente en castellano? Busco en un diccionario inglés-castellano y lo encuentro... ta chan ta chan: logbook = cuaderno de bitácora.

¡Eso sí que es bonito! Bitácora, palabra preciosa, de origen divertido (otro día os lo cuento), que a mí me evoca viajes de piratas hacia el Lejano Oriente...

¿Cuál es su definicón según la Real Academia?

Bitácora: especie de armario, fijo a la cubierta e inmediato al timón, en que se pone la aguja de marear. (Aguja de marear: brújula para indicar el rumbo de una nave).

Anda, si también es un aparato del barco, como log... No son el mismo aparato exactamente: bitácora indica el rumbo, log la velocidad, pero para el caso...

Y ¿cuál es la definicón de cuaderno de bitácora?

Cuaderno de bitácora: Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de la navegación.

Es exacto. No hay que buscar más. Lo único que queda por resolver es que no se trata de un cuaderno, no es un logbook, es un weblog... Fácil solución: web de bitácora. ¿Qué os parece?

P.S.: Este comentario lo escribí en junio de 2004, cuando acababa de enterarme de qué era un blog. Me alegra mucho ver que ahora el término bitácora se usa normalmente para referirse a los blogs...